- “abriré tu corazón…”
El niño interrumpió: -“Usted encontrará a Dios ahí.”
El cirujano se quedo mirándolo, y continuó:“Cortaré una pared de tu corazón, para poder ver el daño completo en tu corazón…”
-“Pero cuando usted abra mi corazón, usted encontrará a Dios ahí.”…
El cirujano volteó a ver a los padres, quienes estaban sentados tranquilamente.
-“Cuando ya haya visto todo el daño ahí, planearemos lo que sigue ya con tu corazón abierto.”
-“Pero usted encontrará a Dios en mi corazón. La Biblia dice bien claro que Él vive ahí. Las alabanzas todas dicen que Él vive ahí…Usted lo encontrará en mi corazón.”
El cirujano pensó que era suficiente.
-“Te diré qué encontraré en tu corazón. Encontraré músculo dañado, baja respuesta de glóbulos rojos, y debilidad en las paredes y vasos. Y me daré cuenta si te podemos ayudar.”
-“Bien Pero usted encontrará a Dios ahí también. Es Su hogar, Él vive ahí, siempre está conmigo.”
El cirujano se fue y se sentó en su oficina. Se puso a grabar en una grabadora sus estudios previos a la cirugía:
-“… Aorta dañada. Vena pulmonar dañada. Degeneración muscular cardiaca masiva. Sin posibilidades de trasplante, difícilmente curable. Terapia: Analgésicos y reposo absoluto. Pronostico…”
Tomó una pausa…
-“Muerte dentro del primer año.” ….Detuvo la grabadora:
-“Pero tengo algo más que decir… ¿Por qué?” -Él preguntó en voz alta. - “¿Por qué le hiciste esto a él? Tú lo pusiste aquí; Tú lo pusiste en este dolor; y lo has sentenciado a una muerte temprana. ¿Por qué?” …
El Señor le contestó y le dijo:
-“El niño, mi oveja, no pertenecerá a tu rebaño más, porque él es parte de mi rebaño, y conmigo siempre estará toda la eternidad. Aquí en el cielo, en mi rebaño sagrado. Él no sentirá ningún dolor, y será confortado de una manera inimaginable para ti o cualquiera, así que es imposible que ni siquiera tengas la menor idea. Sus padres un día se unirán a él aquí, y conocerán la paz y armonía juntos en mi reino, y mi rebaño sagrado continuará creciendo.”
El cirujano empezó a llorar terriblemente, pero le dio más rencor, no entendía: “Tu creaste ese muchacho, y también su corazón. Y morirá en meses. ¿Por qué?”…
El Señor contestó:
-“El niño, mi oveja, ya es tiempo que regrese a su rebaño, porque su tarea en la tierra ya la cumplió:
-Hace algunos años envié una oveja mía también para que ayudara a sus hermanos. Le di Dones de Doctor. Pero con tanta ciencia, se olvido de su creador. Así que envié a mi oveja… El niño enfermo. No para perderlo en los rebaños de humanos perdidos. Al contrario, regresa a Mi y me trajo a mi oveja perdida también.”
El cirujano lloró… Lloró… Lloró.
Después de la cirugía… El cirujano se sienta a lado de la cama del niño; y los padres del niño lo hacen en frente del médico. El niño despertó y rápido murmurando preguntó:
-“¿Abrió mi corazón?”
-“Si.” Dijo el cirujano.
-“¿Qué encontró?” Preguntó el niño.
-“Tenias razón. Encontré a Jesús ahí.” Dijo el cirujano.
Maestros y maestras que la ciencia no nos separe de lo esencial,que no nos separe de nuestro corazón. Existen muchas formas que busca el Padre para llegar a nosotros sólo tenemos que ver sus señales,que nuestras experiencias nos acerquen más y podamos también como el niño tener alguien viviendo en nuestro corazón.
Talosh
Dios te bendiga, Tania, por darnos la oportunidad de, ademàs de compartir experiencias y conocimientos....emocionarnos hasta las lagrimas con lecturas como estas, que nos reafirman, lo que si conoce nuestro corazòn...."Dios està aquì, tan cierto como el aire que respiro.....
ResponderEliminar